miércoles, 27 de agosto de 2014

Nadia

Nadia estaba sumergida en sus  pensamientos, totalmente ausente de donde estaba
 la mala relación con su padre,  con su madre. con los hombres, con el miedo aterrador que sentía hacia los cambios, el miedo  a perder, el miedo  a intentar otra cosa,  el alquiler que había que pagar,que se yo dijo era todo un mar de problemas
el avión hizo un ruido como de algo  que se estaba por romper bajo sus pies y eso la devolvió a la realidad
era el tren de aterrizaje que se estaba bajando entonces giro y se puso de costado con su ventanilla  hacia la ciudad,  miro atentamente y fue como una epifanía, apenas escucho a la azafata avisar que los pasajeros se pusieran el cinturón , estaban llegando  a  aeroparque.
 allí estaba todo  tan claro, era tan extraño , y tan simple, se sintió como un dios o una diosa
un dios que podía espiar   desde el cielo hacia donde quisiera.
. la ciudad, las calles las escuelas, los hospitales, los edificios ,loa arboles . las personas pequeñitas . los autos si hasta podia elegir adonde apuntar su mirada
entonces se dio cuenta, que esto era un gran escenario.
 en esa casita de alla. alguien moria. en la otra un bebe nacia
en esa calle perdida, una mujer, lloraba desconsoladamente, porque alguien la habia dejado
en la otra cuadra una mujer se sentia inmensamente feliz. porque  conoció  al hombre de su vida
a veces  la luz iluminaba ahi , a veces las sombras pasaban por alla.
en un mismo instante, alguien sufria y otro era feliz.Alguien  pedía un deseo, a otro  se le cumplía
y si  entendía mejor , todo  era cambiante, la gente que seria feliz en  ese momento , en otro estaría horrible. hoy estabas arriba , mañana abajo. y así  girando siempre  bajo la eterna rueda de la fortuna
el  avion volvio a hacer un ruido  espantoso y a moverse para todos lados, estaban aterrizando
volvió a la realidad y respiro profundo. mas tranquila, no le gustaba mucho volar y por suerte
ya estaban en tierra, era un dia precioso en  buenos aires con el sol del mediodía  iluminándolo todo.
Agarro el  bolso se paro, y se le dibujo una sonrisa, ni bien bajaron, lo abrazo con todas sus fuerzas y  lo beso  interminablemente como  si los demás pasajeros no existieran, estaba contenta, tenia una vidita, tonta, simple y común, pero que era única e irrepetible, y valía infinitamente ser vivida,
así que no  había que darle muchas vueltas, y aprovechar que la rueda de la fortuna estaba arriba en este momento.

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